La Primera Impresión: Un Impacto que Va Más Allá de las Palabras
- Dareliz Giselle

- 28 sept
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By: Dareliz Giselle| 28 de septiembre de 2025
La primera impresión es crucial y, aunque pueda parecer superficial, juega un rol fundamental en cómo nos perciben los demás. Se forma en cuestión de segundos, y muchos de los factores que influyen en esa percepción están ligados a la imagen externa: desde los colores que usamos hasta la forma en que nos presentamos. Analicemos algunos de estos elementos clave que impactan esa primera impresión.
Colores y Emociones
El color es uno de los factores más influyentes. Según la psicología del color, cada tonalidad provoca emociones y percepciones distintas. Por ejemplo:
Azul: Asociado con confianza y profesionalismo, el azul es ideal para entrevistas y reuniones de negocios.
Rojo: Transmite poder, energía y pasión, pero en exceso puede parecer agresivo.
Negro: Denota elegancia y autoridad, pero también puede percibirse como distante.
Elegir los colores adecuados para una ocasión específica puede mejorar la percepción que los demás tienen de nosotros y el mensaje que queremos transmitir.

Formas y Estilo
Las formas que llevamos también tienen un efecto importante en la primera impresión. La ropa ajustada pero cómoda puede denotar confianza y control, mientras que las prendas muy sueltas pueden proyectar una actitud más relajada o descuidada. El estilo de nuestra vestimenta, sea formal o casual, influye en cómo nos interpretan. Un traje bien ajustado comunica profesionalismo, mientras que un atuendo más relajado puede hacer que la gente nos vea como accesibles o creativos.
Profesionalismo y Cuidado Personal
La limpieza, el orden y el cuidado personal reflejan respeto hacia uno mismo y hacia los demás. Un aspecto cuidado, que incluye el peinado, las uñas y el maquillaje (en caso de utilizarlo), es un indicador de profesionalismo y atención al detalle. La gente tiende a confiar más en aquellos que parecen organizados y presentables.
“El estilo de vestimenta juega un papel importante en la construcción de confianza. Un estilo que refleje rasgos positivos de personalidad, como el profesionalismo o la autenticidad, puede aumentar la percepción de fiabilidad y competencia en los demás, lo que a su vez fortalece la confianza mutua. La vestimenta también actúa como una forma de autoexpresión, y cuando una persona viste de manera que refleja su individualidad, no solo mejora su autoestima, sino que también proyecta confianza hacia los demás. Esto genera un ciclo positivo, donde la autenticidad y la expresión personal a través de la vestimenta refuerzan la confianza en las relaciones sociales.” Menciona Wilma Victoria Richiez, modelo y científica.
Accesorios: El Toque Final
Los accesorios también influyen en la percepción. Los relojes, gafas, joyería y bolsos comunican distintos niveles de sofisticación o funcionalidad. Un reloj clásico puede sugerir puntualidad y seriedad, mientras que una cartera de diseño puede resaltar el interés por el lujo y el estatus.
La Importancia del Conjunto
Finalmente, la primera impresión no depende de un solo elemento, sino de cómo todos estos detalles se unen para formar una imagen coherente. El estilo personal no solo refleja quién somos, sino cómo queremos ser percibidos. Tomar decisiones conscientes sobre nuestra apariencia puede ayudarnos a causar la impresión que deseamos, tanto en el ámbito personal como en el profesional.
Cada detalle, desde los colores y las formas hasta los accesorios que elegimos, es una pieza clave en la forma en que los demás nos ven. Por lo tanto, la moda, más allá de ser una herramienta de expresión personal, se convierte en una forma de comunicación visual que puede influir profundamente en nuestra interacción con el mundo.
Datos Curiosos: nuestro cerebro y la moda, ¿cómo se integran?
El cerebro responde de manera diferente según el contexto en el que evaluamos la vestimenta. Richiez explica:
“Cuando observamos la vestimenta de alguien por primera vez, nuestro cerebro activa diversas áreas para procesar esta información. La corteza occipital se encarga del procesamiento visual inicial, mientras que la corteza prefrontal, involucrada en el juicio social, evalúa las señales relacionadas con el estilo.

La amígdala, una estructura clave para las respuestas emocionales, también participa, ayudándonos a determinar si la apariencia de la persona nos genera confianza o no. Esta se activa cuando hacemos juicios sobre la confianza que una persona nos inspira a partir de su apariencia.
Además, la liberación de dopamina (sustancia que transporta señales) puede ocurrir si encontramos un estilo atractivo o novedoso, lo que intensifica nuestra atención hacia ese estilo. Esta activación del sistema de recompensa genera una percepción más positiva de la persona, especialmente si el estilo es inesperado o rompe con las expectativas.”
Causar una primera buena impresión, y saber vestir adecuadamente, es una actividad diaria que dependerá de muchos factores. La autenticidad y expresión personal serán la clave para desarrollar un estilo que te represente en todos los sentidos.



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