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“It’s October 3rd”

  • Foto del escritor: Dareliz Giselle
    Dareliz Giselle
  • 3 oct
  • 3 Min. de lectura

By: Dareliz Giselle| 3 de octubre de 2025


Cada 3 de octubre, internet se pinta de rosa. Lo que comenzó como un simple diálogo en la película Mean Girls (2004), cuando Aaron Samuels le pregunta a Cady qué día es y ella responde “It’s October 3rd”,  se convirtió en un fenómeno cultural que cada año invade las redes sociales, las marcas y, por supuesto, la moda y la belleza. Dos décadas después de su estreno, la película no solo sigue siendo una referencia pop, sino que también se ha convertido en un manual estético de los años 2000.


Hoy, revisitar sus looks es más que un ejercicio de nostalgia: es entender cómo la estética Y2K se ha reconfigurado en la pasarela y en el tocador, y cómo el estilo de las Plastics continúa siendo “so fetch” en 2025.


Mean Girls
Mean Girls (2004)

El maquillaje en Mean Girls capturó la esencia de una época: brillo, frescura y un aire de perfección juvenil. Entre los beauty looks más icónicos encontramos:


  • Gloss en labios rosados: símbolo absoluto de los early 2000s, con ese acabado brillante y juicy que marcó a toda una generación. 

  • Delineados suaves: nada dramático, apenas una línea discreta que resaltaba la mirada sin robar protagonismo. 

  • Cabello liso con volumen: planchado impecable pero con cuerpo, reflejo de un estilo cuidado pero aparentemente effortless.


¿Cómo reinterpretarlo hoy?

La belleza ha evolucionado, y aunque la esencia permanece, las reglas cambiaron:

  • Labios glossy versión clean beauty: en lugar de fórmulas pesadas llenas de químicos, hoy los gloss con ingredientes naturales y cruelty-free ofrecen el mismo efecto glowy sin comprometer la salud ni el planeta.

  • Delineados con toques modernos: en 2025, los delineados suaves se combinan con técnicas de “tightlining” y acabados satinados, ideales para lograr profundidad sin rigidez.

  • Cabello saludable con volumen natural: tratamientos a base de keratina vegetal y rutinas de “scalp care” sustituyen el planchado extremo. El objetivo ya no es solo lucir bien, sino cuidar la fibra capilar desde la raíz.

  • Tendencia glass skin + blush glow: la obsesión actual con la piel radiante y natural encuentra un eco perfecto en el minimalismo de Mean Girls. Un blush en tonos durazno o rosado aporta frescura y devuelve al look ese aire juvenil que nunca pasa de moda.


Moda Y2K: El eterno retorno del rosa

Si hablamos de Mean Girls, hablamos de moda Y2K en su máxima expresión: minifaldas,, cardigans cropped, tacones kitten heel, camisetas con frases atrevidas y, por supuesto, la regla de oro: “On Wednesdays we wear pink”.



Ese estilo, que hace 20 años se asociaba con lo adolescente y lo superficial, hoy ha sido revalorizado y reinterpretado en colecciones de moda de lujo y prêt-à-porter.

  • El rosa como statement: firmas como Valentino, Chanel y Jacquemus han abrazado el “Barbiecore” y el pink revival, demostrando que el rosa es mucho más que un color femenino: es un grito de poder, identidad y diversión.

  • El preppy chic actualizado: Miu Miu y Tory Burch han recuperado el look colegial con faldas plisadas, tops ajustados y accesorios que evocan directamente a las Plastics, pero con un giro más pulido y contemporáneo.

  • El gloss brillante como accesorio: no solo en maquillaje; también en acabados de materiales brillantes, vinilos y texturas satinadas que recuerdan a esa estética high school chic de los 2000.


El “Plastics look” en las pasarelas

Marcas emergentes y diseñadores independientes también han reinterpretado la vibra Mean Girls. Desde camisetas con frases irónicas hasta minivestidos en tonos candy pink, la cultura pop se ha convertido en un moodboard eterno. Incluso el reciente remake musical de Mean Girls volvió a traer al centro de la conversación estos códigos de estilo, probando que lo icónico nunca pasa de moda: solo se reinventa.

 

De “fetch” a timeless

Lo que hace tan especial el fenómeno de It’s October 3rd es su capacidad de unir nostalgia, humor y estilo en un solo gesto cultural. Hoy, la moda y la belleza no buscan replicar los looks del pasado, sino resignificarlos: ser conscientes, inclusivos y sostenibles.



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