De la Montaña al Super Bowl: el Jíbaro en la Moda Contemporánea
- Dareliz Giselle

- 29 sept
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 16 nov
By: Dareliz Giselle| 29 de septiembre de 2025
¿Qué significa que hoy veamos pavas en festivales urbanos, blusas con vuelos y bordados florales en pasarelas internacionales, o camisas de manga larga con cuellos cerrados en editoriales de moda?

¿Qué significa que hoy veamos pavas en festivales urbanos, blusas con vuelos y bordados florales en pasarelas internacionales, o camisas de manga larga con cuellos cerrados en editoriales de moda? Estas piezas, históricamente asociadas al vestir campesino del Puerto Rico rural, forman parte de una estética que fue documentada en estudios de indumentaria tradicional como parte esencial del traje del jíbaro y la jíbara (FamilySearch, 2020; Hernández Matos, 2022).
¿Qué significa que jóvenes estén cantando a plena voz lo que antes les sonaba a campo y ahora a identidad? ¿Qué implica que el estilo “jíbaro” esté de moda?
En pleno 2025, el jíbaro no solo canta aguinaldos. Camina por las pasarelas, protagoniza campañas de moda y se convierte en ícono estético de una generación que se reencuentra con su raíz sin dejar de mirar al futuro. Este proceso responde a lo que Blanco y Vázquez-López (2025) describen como la “reafirmación visual de la identidad puertorriqueña” a través del vestir, donde símbolos históricos reaparecen resignificados en contextos contemporáneos.
El regreso del campo...
Por décadas, lo jíbaro, término que originalmente designaba al campesino puertorriqueño, fue relegado a lo folclórico y lo navideño. Se le caricaturizó en los medios, se le convirtió en figura de museo o estampita escolar, y la moda urbana lo relegó a lo “pasado de moda”. Este proceso fue parte de un proyecto cultural más amplio en el cual lo rural se asociaba con atraso y lo urbano con progreso, tal como discuten Hernández Matos (2022) y Ayala & Bernabe (2017).
Sin embargo, desde producciones musicales contemporáneas hasta editoriales de revistas internacionales, la estética jíbara se ha resignificado. Hoy vemos reinterpretaciones de la camisa cerrada hasta el cuello, las faldas con vuelos bordados, las pavas y las botas de campo combinadas con elementos contemporáneos. Esta “recuperación” se alinea con lo que Matos Rodríguez (2018) describe como una “relectura posmoderna de símbolos nacionales”, donde los jóvenes reclaman estéticas antes marginalizadas como emblemas de autenticidad cultural.
No es una burla ni una nostalgia vacía. Es una apropiación consciente: una manera de decir “esto también soy” (Blanco & Vázquez-López, 2025). El jíbaro deja de ser caricatura para convertirse en statement.
Belleza con acento boricua
Esta estética viene acompañada de una transformación profunda en los estándares de belleza. La piel tostada por el sol, los cabellos rizados y las trenzas criollas, y los rasgos mestizos —antes minimizados bajo cánones eurocéntricos, cobran protagonismo en campañas contemporáneas. Esta reivindicación del fenotipo y la textura natural ha sido documentada como parte de un proceso de resistencia estética en el Caribe (Quintero Rivera, 2015; Matos Rodríguez, 2018).
Los colores de maquillaje inspirados en caña, tierra roja y flor de maga refuerzan este imaginario identitario. Ya no se trata de parecerse a lo de “afuera”, sino de resignificar lo de aquí.
La lengua también se viste
La estética no vive solo en la ropa: vive en la voz. El lenguaje boricua, ese que mezcla español y inglés, que dice “me ajoreé”, “qué jartera”, “te guillaste”, dejó de ser vergüenza para convertirse en trinchera cultural. Esta reivindicación lingüística ha sido estudiada por Zentella (2014) y López Morales (2018), quienes explican cómo el español puertorriqueño funciona como símbolo de identidad y resistencia.
Artistas globales han amplificado esta estética lingüística sin traducirla, sin pedir permiso. Vestirse de palabras propias también es moda.
¿Moda o movimiento?
Cuando vemos a un joven en Nueva York con una camisa tropical reinterpretada, a una chica en Santurce con labios rojo amapola y pañuelo bordado, o a un artista en la MET Gala utilizando botas de campo con sastre contemporáneo, no estamos solo viendo moda: estamos viendo un giro cultural.
Los símbolos rurales vuelven, pero ahora desde la consciencia, no desde la nostalgia. Según Matos Rodríguez (2018), este fenómeno responde a un deseo colectivo de “reimaginar modernidad sin desprenderse de la raíz”.
Estar “in” también puede ser ser de aquí.

El jíbaro es el nuevo couture
La moda boricua vive un renacer que no nace de la imitación, sino de la raíz. Desde la caña y la palma hasta el acento y la risa callejera, la estética jíbara emerge como símbolo de autenticidad, conexión y resistencia cultural (Blanco & Vázquez-López, 2025).
Nuestra historia, antes silenciada o caricaturizada, ahora también se ve bien vestida.
Normas sociales, censura cultural y presiones de clases
Aunque no una ley formal, es muy probable que existieran presiones sociales o institucionales que desalentaban el uso de vestimenta campesina o “rústica” en espacios urbanos elitescos. Esto sucede en muchas sociedades donde lo campesino es marginado como tosco o “retrógrado”.
Algunas pistas:
En el siglo XX, “moda moderna” y “ropa occidental urbana” eran promocionadas como símbolos de progreso, mientras que las vestimentas rurales eran estigmatizadas en algunos discursos de modernización.
En trabajos de historia de moda en Puerto Rico, los hombres eran instruidos mediante manuales de etiqueta sobre cómo combinar prendas y vestir apropiadamente para cada ocasión, lo cual implicaba “ajustarse” a ciertos estándares urbanos de elegancia que posiblemente marginaban lo campesino como inapropiado para ciertas esferas.
Por tanto, más que prohibiciones explícitas, ha habido regulaciones institucionales (códigos internos, normas de protocolo) que regulan lo que se considera “apropiado” en ciertos espacios, lo que puede haber excluido o invisibilizado lo tradicional.
Ley de la Mordaza (Ley 53)
La Ley 53 de Puerto Rico (aprobada en 1948, derogada en 1957) —conocida como “Ley de la Mordaza”— no se refería a la vestimenta, pero sí regulaba símbolos nacionalistas, discursos, reuniones y la exhibición de banderas que aludieran al independentismo.
La relevancia simbólica de esa ley es que promovió un clima de represión simbólica: ciertos signos de identidad puertorriqueña fueron criminalizados (o al menos perseguidos) en el plano simbólico.
Ayala, C. J., & Bernabe, R. (2017). Puerto Rico in the American century: A history since 1898. University of North Carolina Press.
Blanco F., J., & Vázquez-López, R. J. (Eds.). (2025). Dress, fashion, and national identity in Puerto Rico: Taínos to beauty queens. Bloomsbury Academic.
FamilySearch. (2020, 16 octubre). The history of traditional Puerto Rico clothing. https://www.familysearch.org/en/blog/traditional-puerto-rico-clothing
Hernández Matos, A. (2022). Fashion, gender, and modernity in Puerto Rican periodicals: A historical view (Tesis doctoral). Universidad de Puerto Rico. https://repositorio.upr.edu/handle/11721/3344
López Morales, H. (2018). El español de Puerto Rico. Academia Puertorriqueña de la Lengua Española.
Matos Rodríguez, F. (2018). Puerto Rican cultural history: Reconfigurations of nationalism, race and gender. Ediciones Huracán.
Quintero Rivera, A. (2015). ¡Salsa, sabor y control!: Sociología de la música “tropical”. Ediciones Callejón.
Zentella, A. C. (2014). ¡Somos latinos!: Immigration, language, and identity. Oxford University Pres




Comentarios